07 de Junio, 2023
El dato surge de un estudio realizado en conjunto entre el INTI y el INTA. El maÃz argentino generó 178 gramos de dióxido de carbono por kilo de cereal producido, lo que representa un 61% inferior a los niveles promedio para el mismo cultivo, a nivel global.
Los técnicos Leticia Tuninetti y Rodolfo Bongiovanni, estudiaron cuántos gases de efecto invernadero emite la cadena total de producción del maÃz en el paÃs, desde su producción primaria en el campo, su transformación en diferentes productos y la exportación. Y presentaron recientemente en la 17º edición del Congreso de Maizar, en la Ciudad de Buenos Aires.
Los resultados mostraron que el maÃz de producción argentina generó solo 178 gramos de dióxido de carbono equivalente por kilo de cereal producido, lo que representa un 61% inferior a los niveles promedio para el mismo cultivo, a nivel global.
Destacaron a su vez que las mayores emisiones de carbono fueron generadas por el proceso de producción y en la aplicación de fertilizantes nitrogenados, que tuvieron un registro conjunto que superó el 50 % del total de los gases.
En este contexto, la Agricultura de Precisión se presenta como una herramienta necesaria para seguir reduciendo nuestros registros en la producción de la huella de carbono de nuestros cultivos y asà afianzar al campo argentino como un referente mundial en el cuidado del medio ambiente.
Dos informes presentados en el marco del Simposio Fertilidad 2025 encendieron una señal de alarma sobre el estado actual del suelo en Argentina y desde Formagro entendemos que la Agricultura de Precisión tiene mucho que aportar para revertir esta situación.
Queremos reconocer al equipo de Formagro quienes hacen posible que desde hace mas de 20 años acompañemos a los productores en la implementación de sistemas de Agricultura de Precisión.
En Formagro SRL, impulsamos el desarrollo de una agricultura de precisión real, aplicada y rentable. Acompañamos a productores, asesores y distribuidores en la incorporación de tecnologÃas de vanguardia que permiten tomar mejores decisiones productivas, económicas y ambientales.
Un estudio de la Facultad de AgronomÃa de la UBA estudió las fechas de primera y última helada entre 1961 y 2022, empleando mapas del Servicio Meteorológico Nacional. Del análisis de todos estos datos se desprende un nuevo indicador de cómo el cambio climático nosólo que es una realidad sino que está afectando directamente a nuestras producciones.